febrero 04, 2008

Comer fango

El pasado viernes primero de febrero el programa A Mano Limpia (Canal 41, Miami) abordó la pobreza en Cuba e introdujo el tema con la noticia de que miles de niños haitianos se ven forzados a comer galletitas de lodo ante la falta de alimentos. El Dr. Antonio Rafael de la Cova trajo a colación el antecedente de que, antes de la Guerra de Secesión americana (1861-65), los sureños blancos más pobres (poor white trash) acostumbraban a comer lodo (mud). Los otros blancos sureños y hasta los negros esclavos (mejor alimentados por sus amos, porque la adicción al fango provocaba enfermedades y cansancio) despreciaban a estos pobres blancos come-tierra. Se acuñó el término geofagia para este hábito que se vuelve adicción y se prolongó, por ignorancia y superstición, durante el siglo XX entre blancos y también negros sureños. Un estudio médico con niños negros de Mississippi concluyó que la adicción traía su causa de la deficiencia de hierro y era común entre negras en avanzado estado de gestación. Había quienes tragaban hasta tres puñados de lodo antes de cada comida. La geofagia se reportaba todavía en 1971 desde Maryland hasta Texas, según el artículo «The Clay Eater: A New Look at an Old Southern Enigma» [El comedor de fango: nuevo enfoque de un viejo enigma sureño], publicado por el prestigioso Journal of Southern History. Quizá por ahí, comenta De la Cova, esté el origen del término mud pie, que es algo más suculento (foto).

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que Nitza Villapol no supo de esto. Hubiera puesto al pueblo cubano a comer aún más tierra. El régimen castrista hubiera buscado la forma de controlar las raciones de fango a través de la libreta de abastecimiento y hubieran señalado el deber revolucionario de no comer más tierra de la necesaria.

Anónimo dijo...

No se entusiasmen. Si alguien lee el Jorunal y participa en el intercambio académico, puede llevarle la iniciativa a Castro, que inventó ya algo parecido al fanguito: el chocolatín

Güicho dijo...

Hay que apuntar además que no es cualquier fango, sino algunas arcillas determinadas.

Así que si agarraron tierra en Hialeah para ver a qué sabe, suelten eso que les va a dar dolor de barriga en el mejor caso.

Para más detalles, sépase que en Europa se comen esos barros por indicación médica en algunos casos clínicos. Salen bien más caro que en Haití, y no lleva ni sal ni mantequilla como allá por razones dietéticas.

Anónimo dijo...

Bueno, entonces ya sabemos que paso con el Enfermo Vitalicio.... despues de 50 anos adicto al mud pie, el efecto se ve en todo el pais...

Anónimo dijo...

Esto me recuerda un refràn de mi abuela: "No confundas el Mondongo con la chuleta, que te vas a hartar de mierda"

Anónimo dijo...

La carencia de hierro cunde dentro de la Isla. La academia de ciencias debe estar investigando las arcillas para ver cual es la fundamental para nuestra juventud

Anónimo dijo...

Güicho, en Hialeah no hace falta agarrar un puñado de tierra. Antes puedes comerte una frita, o una pizza, o un perro-caliente, o cualquier otro comestible clásico. No te las dés de bárbaro

Anónimo dijo...

Por cierto que el programa de Haza se inspiró, al menos en un feature de la agencia Reuters...Me lo perdi, caramba! Con lo racista que es el dominicano, me habria gustado ver la cara de circunstancia ante la desgracia de los haitianos

Ernesto dijo...

Vi lo de "comer fango" y pensé enseguida en aquel castigo de quien perdía a las bolas: el "cometierra" o "comefango", sacar con los dientes una astilla de madera hundida en la tierra mojada. Por cierto, las críticas al fango son de gente que está atrás en la alta cocina. Lo último de lo último en la gastronomía es el humus. Una amiga me cuenta que el famoso chef Juan Mari Arzak lleva tiempo investigado el ingrediente "tierra", que probó durante un viaje a Tokio. Una de sus recetas está hecha a base de hoja caduca, que lleva tres o cuatro meses añejándose en el suelo. "Cuándo llegue a casa elimine las impurezas de las mismas poniéndolas a hervir durante horas. Posteriormente cuélelas y así lograra un buen fondo con sabor a minerales. Añada este fondo a unos chipirones compostados con sabor trufa y minerales. Entonces descubrirá a que sabe la tierra."

Anónimo dijo...

¡Qué cosa ésa! Hay que pedirle a los haitianos que sigan los consejos de Juan Mari Arzak, o a éste que vaya en misión internacionalista a Haití como asesor de cocina

Anónimo dijo...

En castellano es Tejas, no Texas.

Anónimo dijo...

Esto parece necesario. Los pericos y pajaros en general comen tierra mezclada con comida pa digerir. La conclusion es que si no hay que digerir se come tierra.
Antes de "esa gente se esta comiendo un cable", se decia "esa gente esta comiendo tierra"