febrero 11, 2008

Auténtico Cimarrón II

Una carta dirigida al señor Jorge Ferrer (¿será nuestro amigo de El tono de la voz?) entró en nuestro buzón y merece reproducirse en extracto porque aborda el orden de llegada al exilio.

Soy cubana, llegué a Miami procedente de Madrid con mi esposo y mis dos hijos pequeños a principio de los 70. Ahora resido en Los Ángeles (California). Llegamos a los Estados Unidos no cuando quisimos, sino cuando pudimos, después de que mi esposo (contador) trabajara dos años como agriculturor, siendo todos vejados y maltratados. Lo peor fue que, cuando logramos escapar de aquel infierno y llegamos a Miami , también fuimos humillados y reprendidos «porque habíamos esperado mucho para salir». Parecía que llegar primero era como un título nobiliario y los que llegamos «tarde» (año 72), éramos traidores. Por eso me molesta tanto oír hoy voces de algunos exiliados que se auto-construyen actitudes incorruptibles, culpan de tantos males a los que se quedaron atrás, quieren hacer sentirse como culpables a los que llegaron «después» y se jactan de visionarios, cuando la única verdad es que lograron escapar primero y allí dejaron «embarcado» a todo el que, por cualquier motivo, tomó la decisión de quedarse. Si todos no hubiéramos escapado, otro hubiera sido el destino de nuestra patria.
Permítanme responderle y profundizar en antecedentes, sin la intención de ataque personal, pues sólo pretendo demostrar que no debemos erigirnos en jueces, porque todos somos culpables del desastre cubano, ya sea por comisión o por omisión, una vez que resulta imposible haber vivido bajo el gobierno de los Castro sin haberlo tolerado o haberse involucrado. Quiero ejemplificar unicamente con personas que han publicado artículos al respecto.

  • ADOLFO LUQUE ESCALONA es uno que reclama justicia desde una posición muy «vertical», porque aduce complicidad con el régimen y agrede a los recién llegados cuando dice: «no vio los actos masivos de repudio cuando el Mariel, la creciente miseria y encanallamiento de los cubanos, el fenómeno del jineterismo». Adolfo, casi todas esas cosas pasaban cuando tu vivías en Cuba, e incluso peores. Tú eras ya un intelectual adulto y únicamente se te escuchó protestar a inicios de los años noventa, después de tener oficios relacionados con la política. Sin embargo, publicaste muchos artículos aprobados por el Estado y ninguno fue contrario al régimen. El libro Los niños y el tigre (copiado de Carlos Alberto Montaner) es un pálido reflejo de los grandes males cubanos. Para esa época el éxilo ya había publicado más de un centenar de titulos, algunos escritos dentro de Cuba y hasta sacados clandestinamente. Por ellos se cumplió hasta prisión. Los sucesos de las décadas del 60, 70 y 80, y tal vez algunos de los 90 ocurrieron estando tú presente y nunca escuché tu voz hasta que lograste ser un disidente tardío. No te sientas criticado: solo quiero dejar claro que las «acusaciones» dependen del tamaño de la lupa que se utilice y cuando hay muchas frustraciones personales (Herald, aeropuerto, carácter...) se elige una lupa bien grande que exagere los «males ajenos».
  • TERESITA MAYANS, tus argumentos son muy similares a los de Luque Escalona. Acusas y amenazas a los recién llegados, haciéndolos responsables «de haber hundido en la desgracia a todos los cubanos». ¿Dónde estabas cuando todas esas cosas sucedían? O es que «Nadie escuchaba» y ahora todos somos disidentes. Primeramente Teresita, me molesta que firmes como «presa política», porque siento manipulación en equipararte a Cary Roque, Martha Freyre, Polita Grau y muchisimas presas de conciencia que cumplieron largas penas. Sería bueno aclarar que Teresita Mayans, ex presa política por ocho meses y despues del año 80, no fue encarcelada por atentar contra los poderes del Estado, sino porque pretendía quedarse en un viaje de turismo con su hijo Salvador (según Luque Escalona) y su esposo Samuel Matínez Lara (en ese momento oficial de la inteligencia castrista), hermana de Carmen Luisa, abogada oficialista que aún representa intereses cubanos mientras reside en Francia con su pareja y otra hermana que siempre trabajó para la diplomacia cubana en el exterior. La historia es muy diversa. Teresita salió retratada en Bohemia (1959, año de los fusilamientos) junto a un rebelde. Unos años después Teresita se jactaba de haber sido amante, entre otros, de José Abrantes (ministro del Interior y torturador en jefe por más de 20 años) y más tarde esposa de Samuel Martínez Lara (futuro disidente), o sea: que provocó una verdadera «revolución» más abajo de la cintura, principalmente con varones, mientras ocurrían hechos dolosos, realizados por sus amigos, a lo largo del país. Las primeras décadas de la Revolución están descritas en los párrafos anteriores. Teresita trabajaba sin problema alguno en diferentes empresas estatales y mantenía relaciones de manera pública con personeros del régimen, pero «se vira cuando le pisan el callo». A propósito hace un tiempo le pregunté a una prisionera política de la época (Delia, la jimagua) que coincidió en Manto Negro con Teresita y me respondió: «No me gusta, porque estando presa, siempre estaba buscando la oportunidad de ir al teatro para tocarle el piano a los combatientes». Le pregunté a otra persona sobre esta anécdota y me la confirmó: la combatiente mencionada por la jimagua era la coronela Ivon. Confieso que a veces me confundo, porque no puedo creer que esta misma Teresita hace unos días publicara: «Tengan presente que estos culpables en una Cuba Libre tendrán que responder ante verdaderos tribunales» ¿Se autoacusará, se entregará? No lo creo: seguro que está hablando de «los que llegaron tarde al éxilio». Sin embargo estoy convencido de que su cambio es totalmente sincero, le renonozco una firme actitud anticomunista muy fructifera después de la década del 80, y ésa es precisamente mi tesis: es posible cambiar. El cambio pueden estar motivado por vivencias traumáticas, aumento del caudal de información, nuevas experiencias o por el raciocinio, pero ese cambio es para todos, sin importar la época en que llegaron al éxilio ni otras valoraciones subjetivas o manipulables.
  • ARMANDO VALLADARES cayó preso en el año 1959 (no tuvo tiempo de complicarse) de manera muy injusta y cumplió largos años de presidio. Sin embargo, fue incongruente su actitud divisoria cuando acusó de traición a su colega Arcos Bergnes y fue destituido por Ronald Reagan del cargo de Embajador de los Derechos Humanos ante las Naciones Unidas. También fingió invalidez, dejando atrás a sus compañeros del Presidio Político, mientras muchos presos de conciencia morían el huelga de hambre y mataban a Boitel. Otras cosas son más mundanas: de forma pública y constante le es infiel a su esposa, después que ella lo esperara por más de veinte años, mientras él cumplía sanción.
Todo se puede interpretar de la manera que más nos interese; solo depende de nuestras verdaderas intenciones. Los que llegaron mas tarde habrán tenido sus motivos, que debemos respetar. No quisieron abandonar a sus familiares entre tanta ignominia o, sencillamente, no lograron una salida segura o temen a los tiburones. Dichosos los que pudimos salir temprano, los que allí se quedaron tienen que trabajar (para el Estado, inevitablemente) y hacer concesiones (o los botaban del trabajo). O renunciaron a su salida para que sus hijos pudieran estudiar, no pudieron salir porque su hijo adolescente se había enamorado, o no tuvieron muchas luces y los conquistó la propaganda y simpatizaron…¡Cuántas cosas han pasado! La nación pare héroes de manera excepcional y no puede exigírsele a nadie que se comporte como tal. Si colocamos un estigma en los que «allá se quedaron», ¿qué sentido tendría pensar en su liberación? Aclaro y excluyo de «mi amnistía» a todo aquel que participó en hechos de lesa humanidad, pero también condeno a todo aquel que incrimine a un cubano por el solo hecho de haberse quedado a vivir en la Isla e incluso de haber participado de manera indirecta en el desastre. ¿Qué clase de ejército es este, que cuando deserta un general enemigo lo reprime? ¡Qué falta de perspectivas, qué estupidez, carajo! El final del castrismo está muy cerca; por eso el revanchismo, que solo habla de frustraciones y venganzas, es lacerante e inoportuno. En estos momentos toda division es resta. Quienes nacimos en Cuba no podemos perder la perspectiva y permitir que los «árboles oculten el bosque», porque lo único importante es Cuba. Como cristiana que soy me vienen a la mente las palabras de mi guía: «Que lance la primera piedra quien esté libre de pecado».
Martha Ortiz, ama de casa, viuda de Octavio Ortiz de Quesada
Ilustración: Salvador Dalí: Los relojes blandos (1931)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por Marta Ortiz. Le sobran razones.

Anónimo dijo...

Es difìcil pedir mesura a las vìctimas cuando juzgan al victimario, pero cuando la vìctima se erige en àrbitro y verdugo de sus iguales, esto llega a lo grotesco y nauseabundo.
Esta intolerancia hacia nosotros mismos es inexcusable y dañina. Cubanos somos todos no importa si vinimos, o cuàndo, o si nos quedamos en la isla. Nos guste o no, cubano es el hèroe que luchò contra el tirano, el màrtir consumido en prisiòn, el chivato del CDR, la monja y la jinetera...Cubanos todos. Llenos de mierda, y amor a esa islita bella y desgraciada donde nacimos.
Una, si no la principal causa del castrismo son nuestros miopes, enanos e intolerantes cerebritos, amèn de nuestro crònico dèficit de timbales. A Castro lo parimos nosotros, y solo nosotros podemos enterrarlo; en una Cuba para todos los cubanos. No con revoluciones vengativas ni patrioterismos tartufos.

Anónimo dijo...

Miquis: no he recibido esa carta en ninguno de mis buzones de correo, ni a modo de comentario a El Tono...
Tampoco me reconozco en el cronometrador de exiliados al que se refiere, salvo que se lea desde una perspectiva errónea algo que he escrito. Les agradecería me reenvíen el mensaje para interesarme por el destinatario y, si fuera yo, conversar con esta señora que tan bien se explica y tan buenas razones aduce, para quien le sirvan.
Abrazo.
Amigo Garrincha: no se ponga a martillar a la vez que lee a los miquis, que puede hacerse daño... Salud.

Anónimo dijo...

Querido Ferrer: te pasaremos el mensaje completo que nos llegó, dirigido a José Ferrer.
Salud y pesetas convertibles
Miquis

Anónimo dijo...

La señora Ortíz tiene razón en lo que dice, desafortunadamente.

Anónimo dijo...

en fin, que todos son unos oportunistas, lo " clasico ". Segun todo el mundo, la Mayans es una tronco de arribadora. Si que lo es. Valladares, NI HABLAR. y la lista se acaba como el espacio.
Ferrer, que siga alla en su pueblo perdido con sus tonterias de Galicia o que se yo ; aburrido el muchacho.

Anónimo dijo...

Posada Carriles should be arrested.

Anónimo dijo...

Should? but is not going to be. Don't worry. The list is very long. The arresting team has to beguin by the Moncada survivors. It's a long, life time process.

machetico dijo...

Adolfo Luque (Dolf Luke) era el gran pitcher cubano, grande entre los grandes de las Grandes. El pésimo y avinagrado escritor holguinero, primo del torturador de McCain en Hanoi, se llama Roberto. Corrijan miquis, no sean miquis.

Garrincha dijo...

tomo nota, ferrer.
suerte y salud, no necesariamente en ese orden.