En «Sólo para cubanos», Teresita Mayans arremete contra «los responsables de haber hundido en la desgracia a todos los cubanos [que] llegaron y siguen llegando». No precisa quiénes son «estos culpables arrepentidos» ni adelanta algo concreto que fije la responsabilidad personal. Su única referencia puntual son las «zonas congeladas», pero ella misma residía en una de aquellas sin mayores problemas, porque su esposo era psiquiatra de la contrainteligencia de Castro. Tanta ambigüedad podría obedecer a la pretensión de colar así, en las páginas de opinión de El Nuevo Herald, su resentimiento (por demás injustificado) contra el recién llegado Carlos Otero, pero la cosa pinta peor: Mayans sólo da vueltas en el redil del odio y no tiene para el cierre más que la amenaza de «que muchos no tendrán regreso». Creo que podríamos empezar por ella.
Ilustración: Renato Dorfman: Odio suicida (2004)
enero 04, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Tienen razon Ustedes. Nunca entendi a quien iba dirigido el comentario, le faltaba nombre y apellidos. Ahora si ya se de lo que se trata. Gracias.
Como es posible que el Herald publique un guanajo sin cabeza.
Que cosa tiene la vida.
Yo nunca he estado de "Herald watch", pero lo de la Sra Mayans confirma que esta gente siguen barranca abajo. Yo hubiera preferido algunos ejemplos concretos para enterarme de lo que habla esta Sra, para saber cual fue la gota que desbordo su vaso (yeah, Otero esta implicito). De ahora en lo adelante todo aquel que deserte tendra que venir con un Mea Culpa a modo de carta de presentacion...En fin, a la Mayans le queda mucho por aprender en materia de articular su rabia, de ponerla por escrito.
Como bien dice este amigo; Teresita Mayans gozaba de los privilegios que ella les critica a los recién llegados. Por otro lado, señores, ella no es más que una resentida porque pensó que, a su llegada y la de su hijo Salvador al exilio, la iban a estar esperando con bombos y platillos como ahora -injustamente para ella- lo hacen con Carlos Otero.
Ojo, amigos del exilio, esta no es más que una resentida porque le pisaron un cayo que ella y su hijo mismo pusieron el pie para que se lo pisaran y poder salir para Francia (un pais del cuarto mundo)en una balsa de aluminio con alas y cuatro motores a propulsión y asientos de primera clase directo a las agrestes costas de Francia adonde llegaron exhaustos después de siete largas horas de viaje con sólo unos cuantos platos de comida francesa. ¡Pobrecitos!
A esta si que hay que ayudarla.
Rolando sierra.
Sin excusas por mi lejania de las interioridades de Miami, hice referencia en mi blog al articulo de Teresita Mayans. Ahora publico la aclaracion de Los Miquis.
Publicar un comentario