enero 29, 2008

Descarga


Hoy salí a la calle con la noticia de que alguien había chocado mi carro. Lo tenía en el parqueo del edificio donde vivo, como todas las noches cuando llego del trabajo. Hoy la puerta del chofer estaba muy hundida y no se podía abrir por el golpe. No sé quién lo hizo. El responsable se fue y ni siquiera me ofreció sus disculpas con una nota en el parabrisas. Es mucho pedir. La honestidad no parece estar regida con la actitud de algunos cubanos de Miami, al menos para los que viven en ese edificio, donde todos somos coterráneos, la mayoría, llegados hace pocos años.
Siempre me ha molestado la division que hacen algunos representantes del exilio más antiguo de Miami en relación con las generaciones de emigrados cubanos que arribaron a esta ciudad a partir del 94: “vulgares”, “no quieren trabajar”, “chabacanos”, “no les interesa la causa cubana”, “solo quieren regresar a la Isla una vez que obtienen la residencia”, son algunos calificativos que les adjudican y con los cuales no estoy de acuerdo. No se puede ser absoluto. Yo llegué aquí hace solo dos años. También soy una especie de balsero y no tengo nada que ver con esos términos. Por ejemplo, nunca se me ocurriría darme a la fuga después de un accidente. Y como yo, hay muchos en esta ciudad.
Sin embargo, cada vez que en el edificio de Hialeah donde vivo se escucha a cualquier hora la Charanga Habanera a todo volumen, o se estremecen las ventanas del apartamento con la música de un carro que llega al parqueo, se oye el sonido intermitente de un claxon a las siete de la mañana, se arma una trifulca entre vecinos al estilo de un solar habanero, se ponen a secar los tennis en el muro del edificio, tiran la basura fuera del tanque, echan las colillas de cigarro en el pasillo, ponen ropas en las lavadoras públicas para separarlas aunque no vayan a utilizarlas en ese momento, o no te dan los buenos días cuando te cruzas con alguien, tengo que pensar que, en contra de mi voluntad, quienes critican llevan algo de razón. Hoy cuando vi mi carro tuve nuevamente esa triste certeza.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Miquis:
Ahi hay mucha tela por donde cortar. Y a mi tambien me molestaba esa actitud. Un dia sufri en carne propia el "choque cultural". Estaba en una playa, recien me habia presentado a un doctor, quien estaba con su familia. El, nacido aqui de padres cubanos llegados en los 60, con sus mayores, todos conversando en un tono normal. De repente llega un "coterraneo" recien llegado al grito de " que p... es, no te hagas el yuma, balsero" . Queria que la tierra me tragara. LA verdad es que parece un lugar comun, pero "la tabla rasa" del castrismo nos hizo mucho, tanto, daño que solo en momentos como el que te paso lo sientes alli, donde te duele y te averguenza. Ojala resuelvas pronto.
Saludos desde Texas

Anónimo dijo...

muchas gracias, amigo de texas, por tu preocupación. como dices, ese es uno de los grandes males que nos ha provocado el castrismo para los que nacimos y vivimos durante años bajo ese régimen. por suerte, no es la mayoría, pero realmente abunda bastante. un abrazo,

LOS MIQUIS

ric dijo...

Querido, recuerda, "la verdad nos hará libre"... No se puede tapar el sol con un dedo. Nuestro vino es agrio... pero no hay que tomárselo aunque sea nuestro. Yo compro Rivera del Duero desde hace años.

Anónimo dijo...

Cógelo suave. Yo llevo quince y sigo rafter. No se deprima. Dése prima (o parienta o vecina). Désela bastante. Aléjese del ghetto ASAP.

Anónimo dijo...

Oye, mickie, balsero y sobre todo guajiro equivocao. ¿Que tiene que ver la foto con el cuentecito de Hialeah?

Anónimo dijo...

Y tu pensabas que el medio de tantos cubiches te iban a dejar una notica en el parabrisas de un carro parqueado en Hialeah. Se puede ser balsero pero no comemierda.

Anónimo dijo...

Triste, muy triste.

Anónimo dijo...

Pues yo llevo "un millón de años" en este país, me crié aquí, desde mucho antes de que hubiera marielitos, balseros, "bomberos", y la nueva clase de cubanos universitarios etc. Solo puedo decir que la chusmería, la ignorancia y otras cositas más, también estaban muy, pero muy bien representadas entre los cubiches que llegaron en los sesenta y setenta. No conozco a casi ningún cubano que haya llegado en los últimos años, donde vivo hay muy pocos cubanos, punto. Pero los viejucos cubiches de esa época que me encuentro a cada rato, solo me inspiran negatividad. Muchos son malos como ellos solos, y de jóvenes han de haber sido igual, pero empeoraron en este país.

En cuanto a lo que te hicieron, talvéz deberías de considerar la posibilidad de que fuese adrede. Uno nunca sabe. Pero si esa gente donde vives es así, procura mudarte lejos de ellos y escoge cubanos afines a tí. En un final que en Cuba no todo el mundo vive en los mismos lugares ni tiene las mismas costumbres.Lo mismo se aplica los cubiches "del exterior" sin importar la época en que se fueron ni la forma en que llegaron.

Anónimo dijo...

gracias a todos por sus comentarios, incluso los que hablan de "guajiro equivocao", "comemierda" y hasta de que no entienden la foto del post. de todos se aprende un poco. algo bueno sacamos de esto: estoy vivo, ya el carro está en proceso de arreglo y tengo el dinero para ello. lo otro hubiera sido peor.
un abrazo a todos.

LOS MIQUIS

Anónimo dijo...

le zumbaaaa!!!. lo que preocupa de verdad es que machetico no puso un commentario esta vez. machetico asere, te enredaste con la exposición? donde es que era?

analista dijo...

ric: Ribera del Duero. Muy buenos vinos de esa región. La rioja es más famosa, pero los de Ribera del Duero no se quedan atrás.

Miquis: Por lo menos en los EEUU tienes la opción de mudarte para otra parte. En Cuba no. Mi cuadra era hasta finales de los 60 un lugar apacible donde todos nos respetábamos. Blancos, negros y chinos. Incluso los del solar de calzada. Poco a poco se fueron yendo o muriendo la gente y la cuadra se llenó de orientales y negros. Y se acabó la paz. Hoy en día hasta cocinan en medio de la calle. La famosa idea de la igualdad social convertda en "igualitarismo", la destrucción de cánones y valores nos ha llevado a esa situación. Pero si analizan bien, ese virus se está propagando velozmente en las sociedades desarrolladas. Por cierto, en ALemania si abandonas el lugar del accidente, aún si sólo arañaste el otro vehículo, te parten las patas. Por lo menos 6 meses sin licencia, ningún seguro cubre los gastos y la multa que te meten equivale a un mes de salario.
Saludos

Aguaya dijo...

Analista, así mismo es... y siempre me asombra cómo la mayoría de las veces dan con el infractor aunque este se haya dado a la fuga...

Miqui, múdese de ahí. A mí me pasó parecido en un barrio de Berlín donde viven muchos turcos, en contra de los cuales no tengo nada, pero terminé mudándome. Y ahora no me arrepiento en absoluto...

Lafuente dijo...

Mi mujer (que no es cubana) siempre me ha hablado de la malicia que llevamos dentro, que ha visto en sus viajes a Cuba y que verà, por supuesto, en mi mismo. Ella dice que se nos nota en la mirada, como una chispa.

Isis dijo...

Miquis, lo siento, espero que muy pronto se arregle lo del carro.
La malicia que cita Mi tambor, la vulgaridad,los turcos a los que alude Aguaya Berlin hasta que se mudó de barrio...En fin. Seamos "realistas", no somos "iguales". No se trata de racismo ni nada por el estilo, sino de que ciertas sociedades han impuesto y continúan imponiendo una nivelación "desde arriba", pues el componente "bestial" es inmanente, supongo, en cualquier ser humano. La nivelación "desde arriba" presupone que la gran mayoría adopte normas de cortesía, de reglas del buen vivir, etc., que un grupo piensa que es lo correcto y lo más "decente".
Y ya sabemos que el totalitarismo comunista supone todo lo contrario: la nivelación "desde abajo". Todos los totalitarismos son cuestión de vulgaridad, pero con diferencias. Por ejemplo, el totalitarismo nazi lo que sacó a flote fueron los instintos bestiales, eso sí, pero dirigidos a la violencia mortífera.
Sin embargo, creería que hay algo más allá del daño provocado por el totalitarismo. Es el respeto al otro, a su bienestar, a su propiedad, a su tranquilidad, y que este otro merece todo nuestro cuidado, porque así nos cuidamos a nosotros mismos. Este es el verdadero espíritu individualista...

luisc dijo...

Miquis, siento lo del carro. Hace un par de semanas me rompieron el vidrio de la ventanilla del chofer del mio sin ningún propósito aparente, solo joder, y nadie vió nada.
Pero la historia que cuentas es muy triste... Eso de colgarte una etiqueta por haber llegado recién, es discriminación al duro y sin guantes... Pero, por otro lado, confieso que hay cubanos que me averguenzan mucho...
Mirando retrospectivamente, creo que esos conflictos surgen y/o son consecuencia de un proceso deliverado de vulgarización de la sociedad cubana que se desató desde las esferas del poder (Fidel Castro es un tipo muy vulgar, un chusma) desde el mismo momento que los crápulas - porque lo son - asaltaron el poder. Por ello, ser decente, educado y tener buenos modales era poco menos que ser amanerado, burgués (o pequeño burqués, como prefieren decir), oligarca, gusano, etc. Aderezado todo ésto con la falta de respeto por la vida privada de las personas ("en cada cuadra un comité..."), además había que ser vulgar, duro, hosco, chusma, gritón, comer con cucharas, andar mal vestidos (¿Se acuerdan de "viva el harapo, señores..."?), etc, para sobrevivir.
Por suerte, mi hermana y yo nunca tuvimos que padecer las becas ni otras experiencias desagradables donde se ponía a prueba esa capacidad de adaptación para la sobrevivencia a edades tan tempranas como los 12 o 13 años, con gente de diferente background cultural y familiar. Sin embargo, sufrimos los embates callejeros. Dos de los mejores ejemplos del retroceso cultural y social se pueden observar en el deterioro del lenguaje hablado y en la elección de los nombres de varias generaciones (Y).
Pero no te desanimes, es una cruz que hay que bancarse. Pero si está entre tus posibilidades mudarte, do it right now.
Saludos, y aunque te leo desde el comienzo, es la primera vez que dejo un comentario, asi que, aprovecho para felicitarte por el blog.

Fantomas dijo...

Hialeah siempre fue un trampolin hacia otras cosas mejores. El que se quedo ahi bueno....

ya tu sabes

Anónimo dijo...

Luisc tiene toda la razon del mundo y bien justificada. Ustedes no ha oido como hablan " los diplomaticos " cubanos ? El canciller ladra. Ya lo dijo Juan Formell : se acabo el querer. En Cuba el que sea chusma no llega a ningun lado y si tienen duda, miren los programas " cubanos " de la television de miami.

Anónimo dijo...

quise dceir, EL QUE NO SEA CHUSMA.
Disculpen.

Iskan el Cubano dijo...

Si les sirve de consuelo, doy fe de que ese tipo de joeputadas son internacionales. Aqui en Mex pasa a diario y el que no lo crea que pregunte por aqui.

En cuanto a la vulgaridad y chabacanería, casi inherente a la idiosincracia cubana contemporánea, pues el hábito no hace al monje, así que el que lo era en Cuba, lo será en Miami o París. Eso, como la mariconeria, no es enfermedad, así que no se quita.

Y en cuanto a la opinión acerca de los cubanos, pues los cuentos de jineteras, pingueros y oportunistas que se casaron con indios para salir de Cuba y despues los estafaron pueden mas que miles de historias de éxito de cubanos buenos.

Pues nada Miki, dale echando de ahí...

Anónimo dijo...

como dicen, hialeah es un punto coyuntural, pero solo cuando se pueda dar el salto. mientras económicamente uno no pueda moverse para lugares mejores, tiene que quedarse donde está. muchas gracias a todos por sus consejos. realmente cuando uno ve todas las historias que han aparecido aquí, uno se da cuenta de que no me ha sucedido nada. un abrazo a todos y gracias por la preocupación.

LOS MIQUIS

Alex dijo...

Miqui, por si te es consuelo, cuando yo llegué vivía en Miami Beach, en un área de judíos, el único cubiche en una milla a la redonda era yo ... y me rompieron la ventana de carro igual para robarse unos videos de Blockbuster. Así que en todas partes cuecen habas.

Dos cosas de la idiosincracia impuesta por el castrato que me preocupan para el futuro cubano: la poca conciencia del respeto a la propiedad ajena o corporativa (nos robamos cualquier cosa porque "lo que hace falta es resolver") y la dependencia del estado paternalista.

Los Miquis de Miami dijo...

alex, gracias por la historia y el consejo, y llevas mucha razón sobre lo impuesto por el castrismo en nosotros: es algo de lo que costará años en erradicar. aquí los ves, molestos por tener que trabajar mucho, tratando de hacer cosas ilegales, y buscando la manera de que el children and family los ayude aunque tengan suficientes brazos para fregar platos. por suerte, no son la mayoría ni tampoco son los únicos.

Anónimo dijo...

Mas alla de tu auto roto o de las peliculas de blockbuster, o que en todos lados hay gente mala (y buena tambien) el tema que a mi humilde entender es mas grave es la respuesta del individuo acorralado y sin salidas, violentado en todas, o casi todas que no es lo mismo pero es igual,las formas de su expresion en tanto que individuo (doble moral, robo, chabacaneria, exposicion digamos que indecente de oro y piedras preciosas). El concepto de resolver por encima de todo y de todos, la desconfianza absoluta en los mecanismos de contencion social (y represion dado el caso), pero ante todo entender que tienes DERECHOS, es lo mas dificil..sigo luego porque mis "derechos" a trabajar se van a acabar si sigo aqui...
Saludos desde Texas

Anónimo dijo...

Yo se quien te choco el carro. Yo lo vi todo pues estaba en la acera del frente. No fue un balsero. Es el dueno del edificio. Se llama Henry McSpears. Si quieres te doy la direccion para que la hagas un sue.( Pa' su escopeta!!!)

Los Miquis de Miami dijo...

coño, apena'o, haberlo dicho antes!!!así podía cobrarle lo que me cuesta el arreglito, aunque realmente me hubiera gustado más que tuviera apellido Hilton o Lohan, tienen más swing, son un poco más locas y entretenidas, y no tienen hijos, a lo mejor hubiéramos llegado a mejores acuerdos, tal vez algunos encuentros cercanos, quién sabe...

Anónimo dijo...

Falta el gargageo, los escupitajos verdastros por las calles, las meadas cerveceras en las escaleras de cualquier edificio, los perros callejeros que matamos con gas...
Somos lo màs de lo màs. Ni Calcuta nos hace nà.