enero 02, 2008

Ordenes precisas


Samuel, uno de los soldados que Fidel Castro enroló en su aventura angoleña, cuenta en un mail cómo estuvo a punto de convertirse en un "héroe del internacionalismo proletario" sin ni siquiera poner un pie en ese país:

En 1981 tuve la triste experiencia de enrolarme en la aventura de la Guerra en Angola, por suerte aunque fui por la llamada Reserva Militar, mi cargo fue de financista en la Misión Militar Cubana en ese país africano, en aquel entonces yo había terminado mis estudios en la Universidad de La Habana.
Fui montado en el buque “13 de Marzo”, perteneciente a la Flota Mercante de Cuba, por el Puerto del Mariel en horas de la noche junto con un contingente de más de 2000 reclutas del Servicio Militar Obligatorio, oficiales del ejército y agentes de la Seguridad Cubana. Viajamos durante 18 días en las bodegas del buque como fardos, con un calor insoportable que se mezclaba con el insoportable olor de los vómitos de muchos de nosotros debido al bamboleo de la nave y la falta de costumbre de navegar por los océanos.
Aproximadamente a los siete días de haber zarpado de Cuba, se avistaron barcos en la distancia y por encima de nosotros sobrevolaron aviones de reconocimiento supuestamente del servicio de vigilancia internacional. De inmediato se procedió a cerrar las compuertas de las bodegas herméticamente, las cuales permanecían ligeramente abiertas para mantener la indispensable ventilación. Le pregunté al llamado “político” del contingente, el cual dormía en una litera al lado mío, qué sucedería si nos detenían para inspeccionar el barco y con mucha naturalidad me contestó que a ellos se les habían impartido ordenes muy precisas del Estado Mayor del Ejército de que ante una eventualidad de esa naturaleza se procediera a hundir el barco con todo el personal a bordo. No se podía permitir que descubrieran que Cuba trasladaba tropas en buques mercantes por rutas no autorizadas. De esta forma todo quedaría como un trágico y lamentable accidente y nos convertiríamos en Héroes del Internacionalismo Proletario.


Foto: Los "pioneritos" Fidel Castro y José Eduardo Dos Santos en Cuba, en marzo de 1980. © AFP

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No dudo que sea verdad, alli tienen la historia del remolcador 13 de marzo.

para el castrismo, nosotros los cubanos no valemos nada seamos exiliados o "revolucionarios.

la historia lo ha confirmado.

Anónimo dijo...

Al menos Dos Santos aprendió a sacar adelante la economía

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Espeluznante historia. Otra mAs.
saludos. G.A.

Anónimo dijo...

Oye, qué profundo el cuento de Samuel, verdad?

EstebanCL dijo...

Hola Miquis...

El 02-09-1999 yo escribí un extenso relato donde narraba con bastantes detalles, un viaje donde transporté tropas para Angola en el año 1975. Ese relato se titula "La Misión de los Condenados", al final de la presente pongo el link para el que desee leerlo. Aquí te pongo un párrafo para que veas que existen muy pocas diferencias entre las palabras expresadas aquella fecha y el testimonio de este cubano. Me alegra mucho porque ratifica aquello que yo denuncié en el 99. Puedes enviarle este comentario al lugar de donde trajiste ese párrafo.

Un abrazo..

Esteban

... -Ahora les explico, cuando yo traje a las tropas a bordo del Renato Guitart, momentos antes de salir, la tripulación fué reunida en el comedor de tripulantes, allí se presentó un Mayor del MINFAR, para leernos un comunicado que enviara Fidel y Raul, después de toda la trova sabida del honor de la misión que salíamos a cumplir, se nos ordenó: que en caso de que el buque fuera detectado por fuerzas navales norteamericanas, nosotros teníamos que encerrar a los soldados en las bodegas y proceder a hundir el buque con ellos adentro, que en ningún momento podíamos caer en manos del enemigo y que la palabra rendición estaba borrada del diccionario cubano.-

-¡Rayos! eso sería un genocidio.- Dijo el Tele.

-¡Ven acá! ¿Y de la vida de la tripulación qué?-

-Se supone que nos teníamos que inmolar con ellos.- Le respondí.

-¡Compadre!, me has puesto los pelos de punta, ¿tu le has contado esto a alguien?-

-A nadie, solo a ustedes, pero eso lo saben todos los tripulantes que viajaron cuando la guerra con las tropas.-

-La vida de nosotros no vale nada, ese tipo puede hacer con ella lo que quiera.-

-Ya tu lo dijiste, por favor, no comenten nada, algún dia se sabrá toda la verdad...

http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagec002.php