Ricardo Alarcón aprovechó el pasado Día de los Inocentes para dar otro giro a la tesis de que Cuba es el ombligo del mundo: «Jamás pueblo alguno soportó una agresión comparable del Imperio más poderoso como la que ha resistido heroicamente nuestro admirable pueblo». Sin embargo, las cifras oficiales de «daños humanos» son 3 478 muertos y 2 099 heridos, que no parecen ser tan alarmantes frente a los cómputos de otros conflictos. Máxime si 2 354 muertos y 1 833 heridos se atribuyen al «sobredimensionamiento» del personal vinculado a la defensa, es decir: al ardid de justificar hasta las muertes y lesiones accidentales de reclutas en «preparación combativa» como consecuencia de la política agresiva de Washington, que obligó a movilizar «por encima de los parámetros aceptados internacionalmente». No sorprendería que se achacaran cifras adicionales al bombardeo de La Habana.
diciembre 31, 2007
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2 comentarios:
Fue y es precisamente la lucha por la democracia la que nos condujo a esa confrontación sin paralelo que tuvo su origen cuando nació la Patria y continúa hoy, solo que ahora es aún más cruel y cínica.
Le zumba...
Feliz Año caballero.
El destino de Alarcón será la lista de bajas revolucionarias. No cabe duda de que cualquier otro sería indigno de sus méritos.
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