diciembre 22, 2007

Esquina del pecado

Roberto Fabelo ilustra la nueva edición de Cien años de soledad (1967), que saldrá el próximo miércoles bajo el sello editorial Arte y Literatura (Instituto Cubano del Libro). Así festejarán en la Isla los 40 años de la obra que destapó el boom de la literatura latinoamericana, gracias a un ejercicio de imaginación que Gabriel García Márquez superaría ya solo con su guatacazo El Fidel Castro que yo conozco (2006). Macondo palidece ante la descripción que Gabo hace de Castro como «estado de gracia irresistible y deslumbrante, que solo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmático por excelencia». Ni qué decir de este pasaje a la humildad: «Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunté que era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contestó de inmediato: pararme en una esquina».

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Aseres, ¿quién es el más descarao de los dos?

Los Miquis de Miami dijo...

cara o cruz? el gabo se salva un poco por lo que ha escrito. así que el otro, lleva la delantera.

Los Miquis de Miami dijo...

rectificamos, con lo que ha escrito en cuanto a la mayoría de sus novelas.

Güicho dijo...

"...y me contestó de inmediato: pararme en una esquina."

Esa es la versión corta, la frase completa fue:

Pararme en una esquina, pero tú sigue chupando!"

Anónimo dijo...

Yo lo complacería y pondría los gaznatones por la libreta. Lo liquidarían en cuestión de minutos.

Anónimo dijo...

Gabo ha sido el único extranjero, creo, que tiene casa con título de propiedad en el Laguito sin pagar un quilo

ric dijo...

¡Qué asco! Con todo su enorme talento para urdir palabras, García Márquez sigue siendo un feo y pueblerino paisa aún agarrado a un anticuado antiamericanismo y deslumbrado por los hombres altos, abrumadores y célebres.

Anónimo dijo...

... "y deslumbrado por los hombres altos, abrumadores y célebres."
Exacto!! Deslumbrado es lo que parece. Y a esos calificativos le añadiría además el complemento "y CON PODER".

¡Qué pena, chico, qué pena!

analista dijo...

Yo no sabía que el Gabo era pato. Pero bueno, si Norbero Fuentes alabó en "Dulces guerreros cubanos" a "los testículos gallegos"(sic) del Comandante, dejemos que el Gabo se haga una paja mental con los hombres altos, abrumadores y célebres"

Pero si tiene razón: "abrumador" ha sido toda su vida.

Anónimo dijo...

Norberto es otro guatacón de Castro