Miami

El representante de una organización anticastrista del exilio en Miami reclama mayor presencia de este tipo de organizaciones en la televisión local. Según él, en los últimos tiempos parecen preferirse los testimonios de ex funcionarios o miembros del aparato represivo de los Castro que aterrizan en esta ciudad. Un lector frecuente de este blog escribe: «Aquí también tenemos la culpa, pues SABIENDO que la Tele de Miami se ve allá a través de diferentes vías, no recuerdo UNA sola invitación a los programas de alguien que no haya sido un chivato, HP o personero de alguna forma del régimen de La Habana, que llegan a llenar los ojos (previo cheque) de la audiencia con 'las cosas que saben'». Como este llegan otros muchos comentarios y aunque no toda, tienen gran por ciento de razón. Lo curioso, sin embargo, es que el sector del exilio que rechaza la presencia de esos personajes en las pantallas de sus televisores no se despega del asiento cuando aparecen. Es el mismo exilio solidario, trabajador, tolerante, anticastrista por excelencia, que se inclina por las historias de infiltraciones de un desdentado teniente de la seguridad cubana, las respuestas inconexas de una exiliada acusada de ser agente castrista o las “revelaciones exclusivas” de las supuestas amantes de Raúl Castro, antes que por una entrevista con un candidato presidencial de los Estados Unidos o con el ex presidente colombiano Andrés Pastrana. Aunque después escriban cientos de correos electrónicos diciendo que son unos farsantes. No importa. La historia se repite día a día y no se inventa por la televisión. Al menos eso dicen quienes, desde sus hogares, marcan los ratings. Los mismos que, inevitablemente en este mercado, son los que deciden. Así de triste. Así de sencillo.

Foto © Oitana...Panza Arriba!!/Flickr