EL AVISPERO

Félix Wilson (arriba, a la derecha) presenta sus credenciales al ministro bahamés de Asuntos Exteriores (noviembre 7 de 2005). El 30 de agosto de este año, Wilson dejó montado el tinglado para su sucesor, José Luis Ponce Caraballo (en la foto de la derecha, al centro), quien presenta a su esposa (Aymée Echevarría) al ministro de Seguridad Nacional e Inmigración de Bahamas.

Chris Simmons, teniente coronel de la inteligencia militar americana, anduvo por Miami este fin de semana y reveló al menos dos omisiones de Washington sobre las redes de espionaje de Castro en los Estados Unidos, cuyo nacimiento fija Simmons hacia abril de 1959. Primera: la Red Avispa fue desarticulada, pero no fueron apresados siquiera la mitad de sus miembros, que rondarían los 30. Segunda: la plantilla de dobles agentes de la CIA y la Dirección General de Inteligencia (DGI) castrista fue revisada por la inteligencia americana y se comprobó que unos 85 dobles agentes servían definitivamente a Castro. Simmons intervino en el proceso contra de la superespía Ana Belén Montes y en la expulsión de otros 14 agentes castristas bajo ropaje diplomático (mayo de 2003). Así mismo alerta sobre la jugada de ubicar agentes como diplomáticos en países de habla inglesa cercanos a los Estados Unidos y donde casi nadie se gasta un quilo en abrir embajadas. Un agentón tan agresivo como Félix Wilson se acreditó con careta de embajador en Bahamas y acaba de dar paso a su camarada seguroso José Luis Ponce. La discípula predilecta de Wilson (Johana Tablada) es la consejera en asuntos consulares de su esposo, Eugenio Martínez, quien anda disfrazado de embajador por Belice.