septiembre 19, 2007

LA IRA DEL CONSOLADOR

Castro mandó a que las esposas de los espías-héroes (en la foto) recibieran la mejor atención. El sicólogo y oficial de contrainteligencia del MININT Armando Báez (fuera de la foto) se encargó de atenderlas en su doble campo de acción, pero se encariñó tanto con una de ellas que las acciones pasaron a otro campo. La rueda acabó por cogerlo y Báez se sintió muy molesto: perdió el LADA asignado y tuvo que recogerse en su apartamento de microbrigada al este de La Habana. Al cabo se apareció en la sede de la contrainteligencia (Línea y A, Vedado), subió hasta el noveno piso y se lanzó a la calle. Las esposas fueron concentradas en el edificio de la inmobiliaria del Consejo de Estado (Vedado), donde ahora planifican mejor el viajeteo y tienen como vecinos a otros asesores, entre ellos Julio Fernández-Bulté (jurista) y Rogelio Polanco-Fuentes (diputado y periodista).

1 comentario:

Anónimo dijo...

La única jamable parece ser la del pulóver blanco. Lo demás es sancocho.
Plan Porcino