En otro planeta

Mariela Castro sigue enviando al mundo los recados de su papá. "Habría que reducir los obstáculos absurdos, que me parecen espantosos", afirmó al diario español La Vanguardia sobre las restricciones que frenan la salida legal de cubanos de la Isla. Y aplaudimos su gesto. Estas trabas nunca debieron existir. Desde hace casi 50 años, Cuba parece ubicada en otro planeta cuando se habla de acceso a la mayoría de las cosas elementales y comunes en cualquier país de este mundo. Sin embargo, sería bueno que la Mariela abogara también porque en ese tema específico se eliminen además los obstáculos para los “médicos, militares, maestros en activo y personal vinculado a información confidencial” y no se creen otros como esos avales del CDR que se comenta serán necesarios a la hora de entregar los futuros pasaportes. Como hija privilegiada del nuevo monarca, ella, que se precia de ser tan liberal, debería decirle al menos estas cosas. No se nos ocurriría pedirle que aconseje a su papá que deje el poder. Esa familia no entrega nada por gusto. Quizás a esta portavoz del “hermanito” la pudieran estar preparando para empeños mayores, una vez que la gerontocracia pase al retiro definitivo. Nadie sabe. Como viaja tanto. Como habla tanto. Como le permiten tanto. Va y el mundo, de tanto verla y escucharla, se la cree. Y hasta la aceptan. Es verdad que el castrismo se limpia bastante con lo que piensen los de afuera. Pero mucho menos le interesa lo que crean y digan los de adentro.

Caricatura © Garrincha.