Después de que, por años, muchas de sus canciones tuvieran que escucharse casi clandestinamente; después de que casi la mitad de los 12 temas de su disco Como los peces (1995) no pudiera transmitirse por la radio ni la televisión cubanas, después de que varios de sus conciertos estuvieran acordonados en las afueras de los teatros por la policía y de que entregaran las entradas a las organizaciones estudiantiles y a la militancia comunista para evitar cualquier manifestación contestaria por las letras de sus canciones, Carlos Varela afirma ahora que él solo fue "víctima del síndrome de la sospecha".
Les dejamos con un tema de su disco "Siete" (2003), que sí ha podido transmitir por todas partes.
octubre 03, 2007
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3 comentarios:
Varela tuvo su momento de peligrosidad política en 1989. Cuando con Guillermo Tell atacó a la jerarquía fósil en la administración cultural del régimen, muchos pensaron que se refería al sistema en sí y a su jefe máximo. Pero a más tardar tras el primer viajecito a Canarias ya el alto mando tuvo certeza de que era tan confiable como Rodríguez Domínguez o Milanés.
El problema no era el gnomo, sino los sentimientos de incorformidad que el público pudiera canalizar en sus conciertos.
Que le pasó a la "canción protesta" en Cuba?, al final todos son una pandilla de oportunistas y
Carlos Verela me decepcionó hace mucho.
Aunque bajo otro contexto político y ahora mas aburridos otros cantautores como Leon Gieco en Argentina o Aute en España siempre han sido consecuentes con sus ideas aunque muy de izquierdas, pero no las cambian y esa constancia merece respeto aunque te duermas oyendo sus discos...
Estos de Cuba , los Carlos Varela, los Gerardo Alfonso etc... han cambiado la protesta por viajecitos al extranjero, y por apartamentos en Miramar , para mi son tan funcionarios del gobierno como Abel Prieto. Dan pena, los pobres!
Es una duro escuchar eso porque mucha censura que sufrió ese hombre con sus temas. Es preferible el silencio. Yo también estuve en un concierto suyo en el Carlos Marx donde la policía tenía puesta unas vallas de seguridad a una cuadra del teatro y recuerdo que un gran por ciento de los presentes eran estudiantes uniformados de las becas y de los camilitos. Y gengo un amigo que era director de radio y me contaba que pasaban mucho trabajo para poner a Varela porque tenían que ser las mismas canciones. Y eso Varela lo sabía. Y no duró días. Duró años. Y eso no es una simple sospecha.
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